Los acontecimientos y vicisitudes de la vida hacen que seamos, en ocasiones, especialmente débiles. Vivimos en constante cambio y sufrimos a la vez constantes cambios. Muchos de estos tienen lugar en diferentes etapas de nuestra vida y, si forman parte de lo que entendemos como esperable, los asumimos como bagaje vital. Sin embargo, no siempre nos adaptamos bien a las nuevas situaciones. Lo cotidiano y la vida misma no se caracterizan por la ausencia de cambios, así que en ocasiones se nos va a exigir que realicemos un esfuerzo por adaptarnos a todo lo que nos sucede, a todo lo que nos rodea. Entonces, ¿por qué existen personas que se adaptan mejor y otras, en cambio, no lo consiguen? Responder a esto es ardua tarea, ya que van a intervenir diversos y complejos factores como la vulnerabilidad personal, la acumulación de muchos estresores en un mismo momento, el apoyo social y familiar en ese instante preciso, etc.
¿Qué verbaliza una persona con trastorno adaptativo?
– Malestar psicológico: emociones negativas, sensación de no saber cómo resolver sus problemas, rumiación constante del problema.
– Comportamiento: conductas que giran normalmente en torno al problema y lo alimentan (la persona entra en una especie de bucle).
– Pensamientos: se centran en un único problema que es el causante de su estado anímico.
Así pues, entendemos el trastorno adaptativo como un estado en el que se desarrollan síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a una situación o hecho que interpretamos como muy estresante, que ocurre durante los tres meses siguientes a su inicio. Es importante diferenciar que los síntomas no responden a una reacción de duelo y, sobre todo, que al desaparecer el foco estresante (o sus consecuencias), dichos síntomas no van a persistir más de 6 meses.
Trastorno Adaptativo
Los acontecimientos y vicisitudes de la vida hacen que seamos, en ocasiones, especialmente débiles. Vivimos en constante cambio y sufrimos a la vez constantes cambios. Muchos de estos tienen lugar en diferentes etapas de nuestra vida y, si forman parte de lo que entendemos como esperable, los asumimos como bagaje vital. Sin embargo, no siempre nos adaptamos bien a las nuevas situaciones. Lo cotidiano y la vida misma no se caracterizan por la ausencia de cambios, así que en ocasiones se nos va a exigir que realicemos un esfuerzo por adaptarnos a todo lo que nos sucede, a todo lo que nos rodea. Entonces, ¿por qué existen personas que se adaptan mejor y otras, en cambio, no lo consiguen? Responder a esto es ardua tarea, ya que van a intervenir diversos y complejos factores como la vulnerabilidad personal, la acumulación de muchos estresores en un mismo momento, el apoyo social y familiar en ese instante preciso, etc.
¿Qué verbaliza una persona con trastorno adaptativo?
– Malestar psicológico: emociones negativas, sensación de no saber cómo resolver sus problemas, rumiación constante del problema.
– Comportamiento: conductas que giran normalmente en torno al problema y lo alimentan (la persona entra en una especie de bucle).
– Pensamientos: se centran en un único problema que es el causante de su estado anímico.
Así pues, entendemos el trastorno adaptativo como un estado en el que se desarrollan síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a una situación o hecho que interpretamos como muy estresante, que ocurre durante los tres meses siguientes a su inicio. Es importante diferenciar que los síntomas no responden a una reacción de duelo y, sobre todo, que al desaparecer el foco estresante (o sus consecuencias), dichos síntomas no van a persistir más de 6 meses.
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